lunes, 23 de marzo de 2009

Ejercicio I: diacríticos

Escribiremos en los primeros veinte minutos de la sesión un texto en el cual empleemos palabras homógrafas-homófonas cuya única diferencia es el acento gráfico: este acento se llama diacrítico y sirve para diferenciar las palabras que se escriben y suenan igual.

El tema del texto es libre, pero ahora será narrativo, contaremos una historia y habrá diálogo (sobre todo por el tú y el mí, y porque nos servirá para revisar ciertas cuestiones de puntuación). Será un texto de cinco a diez oraciones, si quieren llevarlo ya hecho estaría muy bien.

No tienen que usarse todas las palabras porque sería muy exhaustivo; se puede elegir un uso de cada una.

Las palabras son las siguientes:


él: pronombre personal masculino primera persona singular
el: artículo masculino primera persona singular

tú: pronombre personal segunda persona singular
tu: posesivo

mí: pronombre pesonal primer persona singular
mi: posesivo
mi: nota musical

sí: adverbio de afirmación.
sí: pronombre personal (sólo habla de sí mismo)
si: conjunción condicional
si: nota musical

más: adverbio de cantidad
mas: conjunción

de: posesivo
dé: presente de subjuntivo tercera persona singular del verbo dar.

o/ó: cuando va entre dos cifras lleva acento.

aún: se acentúa cuando significa todavía
aun: no se acentúa cuando significa hasta, también, incluso, o ni siquiera con negación (ni aun)

sólo: adverbio que significa solamente
solo: adjetivo que acompaña a un sustantivo o lo califica:
Él solo pudo con todo / el está sólo.
(aunque últimamente se juzga que sólo lleva acento cuando el uso no genera una ambiguación del sentido; pero cada quien decide)

Demostrativos: este, ese, aquel

Llevan acento cuando funcionan como pronombres, es decir, cuando no acompañan a un sustantivo; el acento se coloca donde recae la sílaba tónica. Ejemplos:
Aquel/ese/este chico (aquella/esa/esta chica) me parece muy interesante.
Aquélla, ésa, ésta (aquél/ése/éste) me parece muy interesante.

Interrogativos:

Qué, cuándo, cómo, dónde, por qué, porqué, llevan acento cuando introducen una oración exclamativa o interrogativa directa o indirecta:
Directa: ¿Cuál es el acento diacrítico?
Indirecta: les compartiré cuál es el acento diacrítico.

Teatro sin signos de puntuación




El siguiente texto, escrito por Samuel Beckett en los años cincuenta, no presenta signos de puntación. Cabe imaginar que se trataba de una suerte de experimentación de escritura teatral por parte del escritor: el texto es paratáctico, es decir, que presenta poca subordinación de oraciones. Sentencioso y descriptivo, parece tratarse de una escena teatral en la cual los diálogos se presentan escazamente y, por lo general, a modo de interrogativas por parte del protagonista. En este sentido, el texto bien pudo llevarse al cine, aún verde en cuestiones de sonido en la época en que fue escrita La imagen.

El texto aquí transcrito no presenta acentos ortográficos puesto que servirá de material para trabajar tanto acentuación como puntuación en el taller. El original, traducido por Jenaro Talens, presenta los acentos ortográficos correspondientes.



La imagen



(Escrito a finales de los años cincuenta. Primera edición en plaquette, Les Editions de Minuit, París, 1988)


La lengua se carga de lodo un unico remedio entrarla de nuevo entonces y girarla en la boca el lodo tragarselo o escupirlo cuestion de saber si es nutritivo y perspectivas sin estar obligado a ello por el hecho de beber a menudo tomo un sorbo es uno de mis recursos lo mantengo durante un momento cuestion de saber si tragado me alimentaria y perspectivas que se abren no son malos momentos desgastarme todo esta ahi la lengua vuelve a salir rosa en medio del lodo que hacen las manos durante ese tiempo hay que ver siempre lo que hacen las manos y bien la izquierda lo hemos visto siempre sostiene el saco y la derecho y bien la derecha al cabo de un momento la veo alla en el extremo de su brazo extendido al maximo en el eje de la clavicula si puede decirse asi o major hacerse que se abre y vuelve a cerrarse en el lodo se abre y vuelve a cerrarse es otro de mis recursos este pequeño gesto me ayuda no se porque tengo asi pequeños trucos que son un buen auxilio incluso rozando los muros bajo el cielo cambiante yo debia de ser ya astuto ella no debe estar muy lejos un metro apenas pero la siento lejos un dia se ira sola sobre sus cuatro dedos contando el pulgar pues falta uno no el pulgar y me dejara la veo que lanza hacia delante sus cuatro dedos como garfios las puntas se hunden estiran y asi se aleja mediante pequeños restablecimientos horizontals eso es lo que me gusta irme asi a trocitos y las pieranas que hacen las piernas oh las piernas y los ojos que hacen los ojos cerrados seguramente y bien no ya que de repente alli bajo el lodo me veo me como digo yo como diria el porque eso me divierte me echo unos dieciseis años y para colmo de felicidad hace un tiempo delicioso azul de huevo y cabalgada de nubecillas me vuelvo de espaldas y tambien la muchacha que llevo de la mano del culo que tengo a juzgar por las flores que esmaltan la hierba esmeralda estamos en el mes de abril o mayo ignoro y con que gozo de donde saco yo estas historias de flores y estaciones las saco y ya esta a juzgar por ciertos accesorios entre los cuales una barrera blanca y una tribuna de un rojo exquisito estamos sobre un campo de carreras la cabeza hacia atras miramos imagino justo hacia delante de nosotros inmovilidad de estatua aparte los brazos las manos entrelazadas que se balancean en mi mano libre o izquierda un objeto indefinable y en consecuencia en la derecha de ella el extremo de una cuerda corta que conduce a un perro terrier color ceniza de buena talla sentado a traves cabeza baja inmovilidad de estas manos y los brazos correspondientes cuestion de saber porque una cuerda en esta inmensidad de verdor y nacimiento poco a poco de manchas grises y blancas a las que no tardo en dar el nombre de corderons en medio de sus madres ignoro de donde saco estas historias de animals las saco y ya esta en un dia bueno se nombrar cuatro o cinco perros de raza totalmente diferente los veo no intentemos comprender sobre todo al fondo del paisaje a una distancia de cuatro o cinco millas a ojo de buen cubero la masa azulada de una larga montaña de elevacion debil nuestras cabezas sobrepasan su cumber como movidos por un mismo y unico resorte o si se quiere por dos sincronizados nos soltamos la mano y damos media vuelta yo dextrorsum ella senestro ella transfiere la cuerda a su mano izquierda y yo en el mismo instante a mi derecha el objeto ahora un pequeño paquete blancuzco en forma de ladrillo unos sandwiches tal vez cuestion sin duda de poder mezclar nuestras manos de nuevo lo que hacemos nuestros brazos se balancean el perro no se ha movido tengo la absurda impression de que me nos miramos meto la lengua cierro la boca y sonrio vista de cara la muchacha es menos desfavorable no es ella la que me interesa yo cabellos palidos a cepillo rostro grueso rojo con granos vientre desbordante bragueta abierta piernas zamas en canilla separadas lo mas por la base doblandose en las rodillas pies abiertos ciento treinta y cinco grados minimo media sonrisa beata al horizonte posterior figura de la vida que se alza tweed verde botines amarillos narciso o similar en el ojal nueva media vuelta hacia el interior sea de naturaleza para conducirnos fugitivamente no nalgas sino cara a cara al extremo de noventa grados transferidos religacion de manos balanceos de brazos inmovilidad del perro este gluteo que tengo tres dos uno izquierdo derecho henos ahi partidos nariz al viento brazos balanceandose el perro sigue cabeza baja cola sobre los huevos nada que ver con nosotros tuvo la misma idea en el mismo instante Malebranche en menos rosa la cultura que tenia yo entonces si el mea lo hara sin detenerse tengo ganas de gritar dejala ahi y corre a abrirte las venas tres horas de andar cadencioso y henos aqui en la cima el perro se siente de traves en el brazo baja el hocico sobre su biton negro y rosa sin la fuerza de lamaerlo nosotros al contrario media vuelta al interior transferidos religacion de manos balanceo de brazos degustacion en silencio de los monumentos cabezas que retornan se diria unidos por un eje breve niebla y he aqui de nuevo que comemos los sandwiches a bocados alternos cada uno el suyo intercambiando palabras dulce cariño mio yo muerdo ella traga cariño mio ella muerde yo trago nos arrullamos aun la boca llena de amor mio yo muerdo ella traga tesoro mio ella muerde yo trago breve niebla y he aqui qe nos alejamos otra vez a traves de los campos con las manos cogidas los brazos balanceandose la cabeza alta hacia las cimas cada vez mas pequeños yo ya no veo al perro ya no nos veo la escena de granito que aflora un caballo que no habia visto de pie inmovil espinazo curvado cabeza baja las bestias saben azul y blanco del cielo mañana de abril bajo el lodo se acabo ya esta hecho esto se apaga la escena se queda vacia algunas bestias luego se apaga no mas azul yo me quedo alla abajo a la derecha en el lodo la mano se abre y se vuelve a cerrar eso ayuda que se vaya me doy cuenta de que sonrio aun ya no vale la pena desde hace tiempo ya no vale la pena la lengua vuelve a salir va al lodo me quedo asi ya no sed la lengua vuelve a entrar la boca se cierra de nuevo debe hacer una linea recta ahora ya esta hice la imagen.

Años cincuenta

martes, 17 de marzo de 2009

Jubilar la ortografía

Botella al mar para el dios de las palabras
Gabriel García Márquez


A mis doce años de edad estuve a punto de ser atropellado por una bicicleta. Un señor cura que pasaba me salvó con un grito: Cuidado! El ciclista cayó a tierra. El señor cura, sin detenerse, me dijo: Ya vio lo que es el poder de la palabra? Ese día lo supe. Ahora sabemos, además, que los mayas lo sabían desde los tiempos de Cristo, y con tanto rigor, que tenían un dios especial para las palabras.
Nunca como hoy ha sido tan grande ese poder. La humanidad entrará en el tercer milenio bajo el imperio de las palabras. No es cierto que la imagen esté desplazándolas ni que pueda extinguirlas. Al contrario, está potenciándolas: nunca hubo en el mundo tantas palabras con tanto alcance, autoridad y albedrío como en la inmensa Babel de la vida actual. Palabras inventadas, maltratadas o sacralizadas por la prensa, por los libros desechables, por los carteles de publicidad; habladas y cantadas por la radio, la televisión, el cine, el teléfono, los altavoces públicos; gritadas a brocha gorda en las paredes de la calle o susurradas al oído en las penumbras del amor.
No: el gran derrotado es el silencio. Las cosas tienen ahora tantos nombres en tantas lenguas que ya no es fácil saber como se llaman en ninguna. Los idiomas se dispersan sueltos de madrina, se mezclan y confunden, disparados hacia el destino ineluctable de un lenguaje global.
La lengua española tiene que prepararse para un ciclo grande en ese porvenir sin fronteras. Es un derecho histórico. No por su prepotencia económica, como otras lenguas hasta hoy, sino por su vitalidad, su dinámica creativa, su vasta experiencia cultural, su rapidez y su fuerza de expansión, en un ámbito propio de diecinueve millones de kilómetros cuadrados y cuatrocientos millones de hablantes al terminar este siglo. Con razón un maestro de letras hispánicas en los Estados Unidos ha dicho que sus horas de clase se le van en servir de intérprete entre latinoamericanos de distintos países. Llama la atención que el verbo pasar tenga cincuenta y cuatro significados, mientras en la república del Ecuador tienen ciento cinco nombres para el órgano sexual masculino, y en cambio la palabra condoliente, que se explica por sí sola, y que tanta falta nos hace, aun no se ha inventado. A un joven periodista francés lo deslumbran los hallazgos poéticos que encuentra a cada paso en nuestra vida doméstica. Que un niño desvelado por el balido intermitente y triste de un cordero, dijo: ``Parece un faro''. Que una vivandera de la Guajira colombiana rechazo un cocimiento de toronjil porque le supo a Viernes Santo. Que Don Sebastián de Covarrubias, en su diccionario memorable, nos dejo escrito de su puño y letra que el amarillo es el color de los enamorados. ¿Cuántas veces no hemos probado nosotros mismos un café que sabe a ventana, un pan que sabe a rincón, una cereza que sabe a beso?
Son pruebas al canto de la inteligencia de una lengua que desde hace tiempos no cabe en su pellejo. Pero nuestra contribución no debería ser la de meterla en cintura, sino al contrario, liberarla de sus fierros normativos para que entre en el siglo veintiuno como Pedro por su casa.
En ese sentido, me atrevería a sugerir ante esta sabia audiencia que simplifiquemos la gramática antes de que la gramática termine por simplificarnos a nosotros. Humanicemos sus leyes, aprendamos de las lenguas indígenas a las que tanto debemos lo mucho que tienen todavía para enseñarnos y enriquecernos, asimilemos pronto y bien los neologismos técnicos y científicos antes de que se nos infiltren sin digerir, negociemos de buen corazón con los gerundios bárbaros, los ques endémicos, el dequeísmo parasitario, y devolvamos al subjuntivo presente el esplendor de sus esdrújulas: váyamos en vez de vayamos, cántemos en vez de cantemos, o el armonioso muéramos en vez del siniestro muramos. Jubilemos la ortografía, terror del ser humano desde la cuna: enterremos las haches rupestres, firmemos un tratado de límites entre la ge y jota, y pongamos más uso de razón en los acentos escritos, que al fin y al cabo nadie ha de leer lagrima donde diga lágrima ni confundirá revolver con revólver. Y que de nuestra be de burro y nuestra ve de vaca, que los abuelos españoles nos trajeron como si fueran dos y siempre sobra una?
Son preguntas al azar, por supuesto, como botellas arrojadas a la mar con la esperanza de que les lleguen al dios de las palabras. A no ser que por estas osadías y desatinos, tanto él como todos nosotros terminemos por lamentar, con razón y derecho, que no me hubiera atropellado a tiempo aquella bicicleta providencial de mis doce años.

[ Declaraciones de García Márquez para La Jornada, México, 8 de abril de 1997]

La escritura


La escritura es una actividad que generalmente se realiza sentado, en una actitud aparentemente pasiva, meramente cognitiva; no obstante, se trata de una actividad que realiza todo un cuerpo: la escritura se ejerce tanto con las facultades mentales como con las facultades motrices.

Todo este cuerpo que escribe dispone de la mano o las manos, tratándose del teclado, de dos brazos y un tórax que a la vez las sostienen, de un par de ojos que siguen tal escritura, de una mente que planea y configura qué va a ser expresado en letras. En este sentido la escritura es la producción de todo un cuerpo y así como este cuerpo es un productor, el escribir es un producir.

El primer medio que el hombre dispone para producir es su cuerpo. Para escribir hay que tener las manos bien afinadas y los ojos bien atentos, pero no sólo eso. El ser humano ha producido máquinas, desde la pluma hasta la impresora, y éstas podrían considerarse extensiones del cuerpo, instrumentos necesarios para ejercer actividades. Hay producciones que sólo son posibles a partir de una máquina y, en el caso de la escritura, sería difícil pensar que ésta puede lograrse sin una extensión del cuerpo: la escritura como tal se constituye como una técnica que requiere de ciertos instrumentos. A grandes rasgos un soporte, una herramienta para trabajar tal soporte y una serie de signos comunes que, impuestos, consensados, acostumbrados o un poco de todo esto, se establecen como una suerte de acuerdo entre quienes practican la escritura/lectura.

Al respecto cabe mencionar que este carácter comunal de los signos, a pesar de la probable arbitrariedad del “trazo” en específico (realmente “a” no suena a /a/), no es del todo arbitrario. Los signos de la escritura, es decir, las letras, corresponden desde los griegos a algo que es común a todos: los sonidos del habla articulada.

La escritura suena. Al leer, sea en voz alta o en silencio –un silencio que jamás es absoluto, pues las letras permanecen en una memoria que también es auditiva – las letras se realizan como sonidos. Hay una correspondencia entre las letras que empleamos y el modo como suenan cuando hablamos. Ésta correspondencia es un mucho la base de la ortografía, lo cual devino de la escritura de la música y de la poesía.

Los signos ortográficos, en este sentido, dan cuenta del modo en que se pronuncian las palabras y la ortografía como técnica –exclusiva de la escritura –, es necesaria para confirmar el modo en que suenan las palabras; de hecho, no todas las lenguas escritas se acentúan, lo cual quizá depende del carácter comunal de los pueblos que hablan esas lenguas.

Ahora, todas las palabras tienen una sílaba tónica, un conjunto de sonidos en que recae la entonación, pero no todas las palabras escritas tienen un acento ortográfico. Esto se debe a una cuestión muy simple: en cada lengua hay una tendencia de la pronunciación. El español, por ejemplo, como proviene de una lengua que tendía a la articulación grave de las palabras, tiende así mismo a esto. Las palabras graves son las que menos se acentúan porque es, de alguna manera, “natural” que así suenen.

Por otra parte, el español participa en su escritura de la acentuación gráfica, y ha heredado letras de otros alfabetos que se han reducido a un solo sonido (z=s, v=b); asimismo, emplea las mismas letras para distintos sonidos según la vocal a la cual acompaña (ci=si; ca=ka;), a la vez que une vocales o consonantes entre sí para lograr sonidos que en otros alfabetos tenían una letra correspondiente (ps, qu, gu, gü, cc). Estas correspondencias entre el sonido y las letras, así como el sentido de las palabras que con ellas se forman, es la base de las reglas ortográficas y, aunque haya detractores de la ortografía como García Márquez que apuntan a que el sentido es inteligible a pesar de la forma en cómo se escriba, existe una convención ortográfica específica para el español que no podemos dejar de largo.

INTRODUCCIÓN

Partiendo de que para la transformación es necesario conocer el sistema sobre el cual se actúa, conocer la lengua escrita en su estructura es así mismo necesario para poder transformar la palabra y crear otra formas de decir las cosas. Un tanto éste es el fundamento de la poesía y la literatura en general, pero también lo es para el texto político: en la medida en que haya una conciencia de cómo están construidos y como se constituyen los discursos dentro del sistema, se darán las posibilidades no sólo de leerlos en su complejidad política y social sino también de proponer y transformar desde lo escrito.

Desde los ensayos académicos, los trabajos finales, las tareas, hasta los pronunciamientos, volantes, carteles, necesitamos de la técnica de la escritura y nos sucede muchas veces que, por meros aspectos formales, no logramos comunicar nuestras ideas cabalmente o son malinterpretadas, excluidas u olvidadas.

Ante tal necesidad el taller de redacción tiene como objetivo sociabilizar los modos del escribir y profundizar en ellos para contar con las bases mínimas para escribir de manera adecuada y clara; pero no sólo se trata de eso, el taller se propone “en contra del discurso” pues también tiene el objetivo de deconstruir el modo de ser del discurso escrito, diseccionarlo para tomar conciencia de cómo se constituye y cómo se escribe. En este sentido es importante tomar en cuenta de que la escritura como técnica es una herramienta, un medio, pero así mismo, en su producción y en su producto la escritura congrega en sí una serie de fuerzas, historia’s, poderes. En la medida en que logremos tomar conciencia de la importancia de la palabra escrita para el sistema como el tramado hasta ahora así como de sus implicaciones políticas y sociales podremos, también mediante la palabra, buscar y proponer nuevas formas de hacer política: otras formas de ver y ejercer la política de lo escrito.

Ahora, la metodología para este taller sería la siguiente:


- Sociabilización de información: temas

- Problematización de los temas: debate sobre las "categorías gramaticales"

- Lectura de textos: de modo que a tod@s les toque por lo menos una vez leer su texto.

- Se realizará un texto de 10 a 15 líneas por semana (o dos sesiones si fuera necesario): en cada uno se trabajará un concepto que previamente serán consensuados: política, ideología, izquierda, educación, etc. Así, a través de la construcción de estos textos aplicaremos los temas vistos a la vez que pondremos en práctica la argumentación escrita.

- Material: se entregará hojas con la información por cada tema.

- Generar un correo, del cual todos tengamos la contraseña, para aprovechar el espacio de discusión y de colectivización de los textos.



TEMARIO


- Introducción:

1. Breve historia de la escritura.
2. La memoria y la palabra escrita: la cultura del archivo y la documentación.
3. Lo escrito como medio de perpetuación del poder
4. El orden del discurso
5. Lo escrito como arma de transformación.

- Tecnicismos de la escritura

1. Acentuación
2. Reglas básicas de ortografía
3. Signos de puntuación
4. Uso de cursivas, negritas, subrayado, sangrías
5. “Citación”

- Las palabras:

1. ¿De qué están formadas las palabras? Afijos, raíces, sufijos,
2. ¿Cómo sabemos de qué tipo de palabra de trata?
3. ¿Que tipos de palabras haya?
4. ¿Qué función cumple cada palabra en referencia a otra?

a. Sustantivos
b. Verbos
c. Adjetivos
d. Artículos
e. Pronombres
f. Conjunciones
g. Adverbios
h. Preposiciones

- La oración en sus partes

1. ¿Cuándo un conjunto de palabras es una oración?
2. ¿Qué función cumple cada uno en la oración?
3. ¿Cómo se relaciona cada parte con las otras al interior de una oración?
4. ¿Que tipo de decisiones hay que tomar para relacionar las palabras?
a. Sujeto
b. Predicado
c. Objeto Directo
d. Objeto Indirecto
e. Complementos circunstanciales


- La oración en su estructura

1. ¿Cómo funciona una oración en el texto?
2. ¿Cuáles son las relaciones que pueden establecerse entre oraciones?
3. ¿Por qué se dice que hay una jerarquía oracional y oraciones subordinadas?
4. ¿Que tipo de decisiones hay que tomar para relacionar las oraciones?

- Tipos de oraciones: para cada una se tratarán los siguientes aspectos:

1. ¿Cómo es una oración x?
2. ¿Cómo funciona en el texto?
3. ¿Para qué sirve?
4. ¿Qué relación establece una oración x con otras?
5. ¿Por qué las oraciones están clasificadas así?
6. ¿Qué implicaciones tienen estos nombres?
a. Copulativas:
b. Causales
c. Comparativas
d. Finales
e. Interrogativas
f. Condicionales
g. Concesivas

- El texto en el discurso

1. ¿De qué se trata eso del discurso?
2. ¿Se puede hablar de forma y contenido?
3. ¿Cuándo se dice que es un texto?
4. ¿Cómo funciona el sujeto en el texto?
5. Tipología del texto
6. ¿Por qué es importante el texto?

- El ensayo como arma

1. ¿Cómo se estructura un ensayo?
2. Tipología del ensayo
3. ¿Para qué sirve el ensayo?

- La literatura como arma

1. ¿Por qué se puede decir que la literatura es subversiva?
2. Ficción y verdad
3. ¿Qué hay con la poesía?